En primer lugar, existen diferencias en el material del papel en sí, y diferentes tipos de papel son adecuados para diferentes entornos. En segundo lugar, existen diferentes grosores de papel, incluidos 100 g, 128 g, 157 g, 200 g, 250 g, 300 g, 350 g y 400 g. Si se necesita papel más grueso, se puede utilizar el proceso de laminación, lo que significa utilizar dos papeles de cobre individuales de 300 g que se montan o pegan para mejorar el grosor y la dureza del papel.